Por Monserrat Chodil Soto. En el trajín de la vida urbana, Chile detiene su ritmo cotidiano el 2 de octubre para recordar algo esencial: el cuidado del medioambiente no puede esperar. Desde las ciudades hasta los espacios naturales, cada gesto cuenta para construir un país más verde y resiliente.
Ecosistema y salud mental: un vínculo vital
La naturaleza también influye directamente en el bienestar psicológico. Según un informe de la Mental Health Foundation, durante la pandemia de COVID-19 un 45% de las personas en el Reino Unido afirmó que visitar espacios verdes les ayudó a enfrentar el estrés. La investigación concluye que una conexión cercana con la naturaleza se asocia con mayores niveles de bienestar y con menos síntomas de ansiedad o depresión (Mental Health Foundation, s. f.).
Al mismo tiempo, quienes desarrollan ese vínculo suelen adoptar conductas proambientales, como reciclar o preferir productos de temporada. Así, el cuidado del entorno no solo aporta beneficios individuales, sino que también impulsa cambios colectivos en favor de la sostenibilidad (Mental Health Foundation, s. f.).
Desafíos ambientales que enfrenta Chile
Chile atraviesa actualmente múltiples desafíos ambientales que requieren atención inmediata. La escasez de agua prolongada afecta tanto a la agricultura como al consumo diario de las personas. A esto se suma la contaminación del aire, que compromete la salud de millones de habitantes en distintas ciudades del país. Además, la disminución de hábitats naturales pone en riesgo a especies emblemáticas y ecosistemas únicos, desde los bosques de alerce hasta animales como el huemul.

El Día Nacional del Medioambiente, instaurado en 2014, busca generar conciencia sobre estos desafíos y motivar acciones concretas hacia un desarrollo sustentable, que respete los ecosistemas, la fauna y la flora chilena.
R-Acciona: un llamado a la acción comunitaria
Para Pedro, de R-Acciona, esta fecha tiene un significado profundo:
“Para nosotros, el Día Nacional del Medioambiente no es solo una conmemoración simbólica, sino una oportunidad concreta para visibilizar la importancia de cambiar la forma en que cuidamos de nuestro medio ambiente. Por eso entendemos esta fecha como un llamado a la acción: reflexionar sobre nuestro impacto, pero también asumir un compromiso real con la comunidad.”
La organización enfatiza que la conciencia ambiental se construye desde los actos cotidianos:
“Pequeños hábitos, como usar envases retornables, aprender a separar los residuos en casa y depositarlos correctamente, moldean la cultura de cuidado ambiental. Además, es fundamental interactuar con la comunidad para propagar la importancia de que nuestros actos ayudan a proteger nuestro planeta.”
Hacia ciudades resilientes y sostenibles
Mirando hacia el futuro, R-Acciona proyecta cambios estructurales para la próxima década:
“Nuestras ciudades arrastran una deuda tecnológica y de arquitectura urbana que ya no podemos postergar. La próxima década será decisiva para actualizar infraestructuras con criterios sostenibles, incorporar tecnología inteligente y rediseñar los espacios comunes. Solo así podremos construir urbes verdaderamente resilientes, inclusivas y preparadas para los desafíos ambientales.”
Esto refleja que la acción individual y comunitaria debe ir acompañada de políticas urbanas, innovación tecnológica y planificación sostenible, para que el Día Nacional del Medioambiente no quede solo en palabras.
Pequeños gestos que marcan la diferencia
Además de políticas y proyectos, cada persona puede contribuir desde casa:
- Aprovechar la luz natural y usar ampolletas de bajo consumo.
- Reutilizar, reciclar y reducir al máximo posible.
- Cuidar el agua: cerrar bien la llave y usarla racionalmente.
- Evitar bolsas plásticas, basura en la vía pública y desechos de protección sanitaria.
Pequeñas acciones cotidianas se convierten en hábitos que fortalecen la conciencia ambiental y ayudan a que el mensaje del 2 de octubre se traduzca en cambios reales en nuestra vida urbana y comunitaria.El Día Nacional del Medioambiente no es solo un día para recordar; es un recordatorio constante de que proteger nuestro entorno depende de la acción de todos, desde individuos hasta comunidades y autoridades.
Bibliografìa:
How connecting with nature benefits our mental health. (s. f.). Mental Health Foundation. https://www-mentalhealth-org-uk.translate.goog/our-work/research/nature-how-connecting-nature-benefits-our-mental-health?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=tc